NO LE PONGAS PRECIO, PÓNLE VALOR
Muchas veces me preguntan: ¿Cuánto debo cobrar por mi producto o servicio? ¿Cuál es el famoso precio justo si los clientes sólo buscan lo barato, los descuentos?
Hoy te digo, no le pongas a tu producto o servicio un precio, ponle valor.
¿Qué significa esto?
El producto o servicio que brindas no es sólo la suma de los materiales o actividades necesarias para que el cliente lo aproveche, si no que es la solución a un problema que tiene el cliente, le facilita algo o le hace vivir momentos y experiencias.
Si buscamos ofrecer nuestro producto o servicio y ponerle un precio nada más por lo que contiene, y peor aún, lo ofrecemos así ante los clientes, estamos ante algo inerte, que puede ser reemplazado fácilmente por lo que ofrecen otros y valorado sólo como una transacción financiera de intercambio de dinero.
Ponerle valor a nuestro producto o servicio hace que para el cliente tenga un significado, que sienta que con nuestro producto o servicio realmente tiene un aliado, siente confianza, seguridad y que nadie más le dará lo que nosotros.
¿Cuántas veces has pagado mucho dinero por un producto o servicio, sólo por el estatus, la forma en que te hace sentir, por la excelencia que recibiste, por que es algo que no se encuentra en todas partes, porque es exclusivo y te hicieron sentir especial? No escatimamos en pagar cuando lo que nos dan tiene un valor simbólico para nuestra vida.
Muchas personas pagan hasta 3 veces más por un artículo, sólo porque lo llevan en una bolsa de esa tienda que les hace sentir especiales.
Un ejemplo de poner valor a nuestro producto es el de las Joyerías Tiffany. Ellos diseñaron la famosa caja azul, dónde todas las novias desean ver su anillo de compromiso en manos del novio. La caja azul es un distintivo que tiene un valor monetario casi igual a la del anillo, y es una caja nada más. Su precio no lo da el material con el que está hecho si no su valor simbólico, su significado “Exclusividad y lo mejor”.
Claro está, este valor debes saber transmitirlo al cliente para que lo interiorice de esa forma. Aquí es dónde empieza la estrategia de comunicación y creatividad del emprendedor o dueño de negocio.
Ahora sí, a partir de todo lo anterior: ¿Vas a poner un precio o empezarás a darle un valor a lo que vendes?
Ana Alfaro
Emprendedora y mentora de emprendedores
Licda. En Contaduría Pública
Fundadora de You Pura Vida
